Hubo que esperar dos meses y medio para que el Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán volviera a sesionar. Por estas horas, los concejales tratan múltiples temas relacionados con obras públicas en distintas zonas de la capital. Sin embargo, hay uno que les llevó más tiempo que el previsto: la instalación de mesas de ping pong en las plazas.
Este inesperado debate arrancó minutos antes de las 12 y para sorpresa de propios y extraños, no se produjo entre oficialistas y opositores, ya que tuvo como protagonistas a concejales elineados con el gobernador José Alperovich y a aquellos identificados con el intendente Domingo Amaya.El cruce se extendió por más de una hora.
Está previsto que los ediles aprueben el pedido de licencia anual presentado por el intendente, Domingo Amaya. El jefe municipal prevé solicitar 60 días para poder ausentarse de la provincia por motivos laborales.
Otro de los temas que llegará al recinto de San Martín y Monteagudo es un proyecto de ordenanza del edil alperovichista Ignacio Golobisky, que prevé la creación un registro de los carros de tracción a sangre que circulan a diario por San Miguel de Tucumán. LA GACETA